Cestos broche

Como ya os comentamos en la entrada anterior, ¡había más cestos! La idea es utilizarlos como broche, pero son también un detalle estupendo para bodas, bautizos y comuniones, porque se le puede dar el toque que se quiera con la decoración del cestito y de su interior.

Los hemos hecho con cuerda natural y de colores. Los primeros son auténticos, los de la compra de toda la vida, y los de colores tienen un aire más moderno. Aquí los tenéis:

La cesta con la merienda (su sandwich de triangulito) y el mantel, ¡todo listo para el picnic! (Sí, estamos locas, jajaja)

Uno más sofisticado, más elegante, con el paño de encaje y las calas blancas, súper romántico y diminuto, el adorno perfecto para una chaqueta de primavera. O para detalle de comunión, que ya se acercan, ¿quién sabe?

Con este hemos disfrutado al hacerlo, porque es como nuestra propia cesta de hacer punto, con su labor colgando y todo ¡jajaja!

Y por último el pionero, nuestro primer intento válido, la cesta de la compra, para que los veáis todos juntos.


Con estas joyitas, ¿quién no se coge un capazo?


Pooor cierto, no olvidéis que aún quedan días para participar en el sorteo de una mochilita. Para participar, simplemente hay que dejar un comentario aquí.